sábado, 2 de octubre de 2010

LA PAPA DE HORTENSIA

LA PAPA DE HORTENSIA

A los lados de las vías del ferrocarril que pasan tras el viejo Parque Las Heras (antiguamente Parque Elisa, diseñado por Blaquie Belair) solía haber cruces que señalaban o recordaban accidentes fatales, ocurridos en sus cercanías. Junto a esas cruces, se hallaban nichos u hornacinas para colocar velas “a las ánimas” costeadas con las monedas depositadas por los creyentes, depositadas en envases de hojalata, que como alcancías estaban a los pies de dichas cruces.
A estas alcancías, solía arrimarse con asiduidad aquella conocida y popular mujer, que un día lejano apareciera en Córdoba, con su particularisimo pregón: "Vendo cabecitas de papas de hortensia" y que luego le quedaría de apodo.
Pues esa voluminosa señora, autora de tantos dichos y cuentos, nacidos de su excepcional modo de ser y vivir; tenía la costumbre de sacar las monedas que contenía el recipiente de aquella cruz.
Cierto día una vecina la sorprendió en esa situación e indignada por lo que consideraba “profanación a las cosas del más allá”, reprochole a la “Papa de Hortensia” por su conducta (para ella inconcebible). He aquí lo interesante del caso, la popular “Papa de Hortensia”, le contestó a su interpelante, que “no le robaba al finadito”, ni mucho menos. Simplemente le pedía prestado las monedas, tan solo hasta el domingo próximo, en el que se las devolvería.
No habiendo creído estas palabras de nuestra conocida y popular figura, la vecina se olvidó del asunto. Dicen que al pasar los días, llegó el domingo y esa misma vecina, experimentó una gran sorpresa, al comprobar que allí junto a la cruz, estaba la “Papa de Hortensia”. Pero ahora, estaba devolviendo al finadito las monedas que le había pedido en aquella oportunidad, prestadas. No sin antes agradecerle el favor, mientras las iba depositando en la alcancía.

A propósito de la “Papa de Hortensia”, en la desaparecida Compañía Constructora de Tranvías de Córdoba, cuyos coches dejaron de circular en la madrugada del martes 9 de octubre de 1962, existía en su reglamentación un dispositivo estatutario que prohibía el ascenso a sus vehículos de la “Papa de Hortensia” u otros personajes de similares características psíquicas


FUENTE:www.cordobaargentina.com.ar


La mujer que no dejaban subir al Tranvía


Muchos hoy pueden contar y tienen anécdotas de La Papa de Hortensia, pero sólo rescatamos aquellas de quienes alcanzaron a cruzarla, conocerla o ser insultados por ella de modo directo y personal.
Hecha esta aclaración necesaria, vamos por el primer testimonio, de una mujer cuyo nombre no quiere acordarse, pero que dijo lo siguiente al escritor Sergio Avedano:" La Papa de Hortensia era una mujer que se instalaba en la calle Colón, tenía su sala de estar y su baño frente al Munich, allí solía orinar, sin pudor, se ponía contra la pared para que corriera la orina por toda la vereda."
Nuestros oyentes en el programa radial "NOSOTROS, LOS CORDOBESES", aseguran que no hubo forma nunca de hacerla pagar el boleto del tranvía, por lo que llegado cierto año se colocó una especie de cartelito en cada tranvía (que en realidad era la copia de una suerte de decreto /prohibición) que indicaba expresamente que quedaba terminantemente prohibido permitir que La Papa subiera a un tranvía.
Pero… ¿Cuál fue el nombre real de La Papa de Hortensia? Se llamó María Herminia Rodríguez de la Fuente.
Dicen que se la escuchaba decir "- Ahora el tranvía 3 pasa de largo y no me levanta. Han prohibido llevarme y tengo que andar caminando." (y venía la catarata de insultos)
Ella vociferaba por las calles de Córdoba: "¡Compren la Papa de Hortensia y no se casen!
¡Una papa en la casa, una sola y no se casará, si compran la papa se salvarán de la vergüenza! ¡Mujeres estúpidas!"
¿Saben qué le ocurrió a María Herminia, para tenerle tanta rabia al casamiento? Un plantón en su casamiento (que finalmente nunca ocurrió) en la época en que Córdoba tenía más prejuicios que doctores, y un hijo -José- producto del amor puro que ella como mujer supo entregar a un hombre que NO supo ser lo suficientemente hombre.

FUENTE: www.nosotroscordobeses.com.ar

3 comentarios: