sábado, 2 de octubre de 2010

HISTORIA DEL CUARTETO

Los estribillos más cantados en los bailes fiestas cordobesas de la última parte del pasado siglo XX y comienzos del presente están marcados a fuego por el ritmo del glorioso tunga-tunga. La vida del cuarteto comenzó en las polvaredas que levantaban las alpargatas gringas de los pueblos del interior, luego se extendió hacia otras provincias vecinas, para terminar revoloteando en los clubes barriales de esta cuidad, convirtiéndose en el ritual nocturno de la alegría de los sectores sociales más humildes antes de barrer con diferencias y hacer que todos se prendieran al trencito y lo asumieran como bandera cordobesa en todo el país.

El inicio de la historia se produce allá por 1943, cuando un día don Augusto Marzano, en ese momento integrante de la orquesta “Los Bohemios”, decide terminar con milongas y tangos y le propone al acordeonista Miguel Gelfo formar un cuarteto, incorporando a Luis Cabero como violín, a Fernando Achaval como cantor y a su hija Leonor como pianista para que no siguiera quedándose sola de noche. De regalo extra, el grupo se llamaría igual que como le decían a ella y nació el "Cuarteto Característico Leo".
El estilo de esta música lo crea Leonor Marzano, quien con su mano izquierda marcaba en el piano el ritmo del tunga-tunga, el ritmo que después haría bailar hasta los postes.
Con este cuarteto formado, comienza el inicio del cuarteto como así también el romance de Leonor con Miguel, el cual culminó con el casamiento entre ambos.

Tinglados con piso de tierra y rodeados con bolsas de arpillera fueron algunos de los primeros escenarios donde "la Leo" _así le decían al grupo_ empezó su andar. Su bautismo de fuego había sido el 4 de junio de 1943, cuando actuaron en radio LV3 –hoy Cadena 3-. La aceptación del grupo fue inmediata. Aún sin ningún disco (el primero llegaría recién diez años después) hicieron bailar a pueblos enteros en el interior cordobés y en provincias cercanas. Cuando se empezó a hablar de música de "cuarteto" vinieron las preguntas.¿se llama así, porque son cuatro los que la ejecutan? ¿Hubo algún cambio en lo musical? Lo cierto es que cuando "la Leo" tocaba en las radios, muchos sólo iban a ver a Leonor marcar el tunga-tunga: contrariando dos convenciones, ella daba prioridad a una fuerte marcación rítmica con su mano izquierda (por sobre la melodía y la armonía que los demás pianistas y géneros musicales privilegiaban) y en vez de acentuar el segundo tiempo del ritmo, acentuaba el primero (subrayo el "tun" y suavizó el "ga"). EL cambio fue fundamental para abrir el camino del impacto bailable.
Luego de girar años por el interior "la Leo" comenzó a acercarse a esta cuidad (por entonces en explosión urbana e industrial, y cruzada por las más variables tonadas de provincia), donde luego de animar carnavales en los barrios y de ver cómo nacían otros grupos de su riñón musical, se impuso completamente a finales de los años sesenta, al tiempo que las páginas de La Voz de Interior comenzaban a albergar anuncios de sus próximos bailes.
En 1953, la Leo grababa su primer disco, fue un larga duración y sus principales temas eran: “El rancho de doña Lola”, “Sangre ecuatoriana”, “Baile usted”.
En 1956, la Leo se presenta en la pista "El Negrito" iniciando su ingreso a la periferia de la ciudad de Córdoba.
En 1958, graban otro larga duración llamado “Del brazo con la suerte”, donde los temas más exitosos fueron: “Plaza Colón” y “Del brazón con la suerte”. Esta vez la voz del grupo era José Sosa Mendieta.
En la década siguiente y con ayuda de la televisión, el fenómeno del cuarteto no sólo se hizo masivo y trascendió las fronteras cordobesas, sino que a través de las presentaciones diarias de docenas de conjuntos en cientos de localidades, se fueron gestando las vivencias de un tipo de folklore popular que sobrepasaría los límites de lo musical. Ninguna otra música tenía su misma forma de bailar ni su mismo público. Su ritual era único y, con ligeras variantes. Incluía la institución del choripán (sándwich de pan francés con chorizo de cerdo a la parrilla) a la entrada del bailongo, el vino tinto generoso, la entrada barata, policías celosos del orden, las mesas dispuestas alrededor de la pista del club y toda la multitud de parejas girando en un solo círculo con sentido contrario a las agujas del reloj, que no dejaban de saltar hasta marcar el amanecer.
El grupo tocaba varias horas agregando su variante pero respetando el tunga-tunga. El cantante, siempre morochito, no necesitaba teñirse el pelo para conquistar seguidores. Las puestas escenográficas dejaban en claro, con su modestia, que el verdadero espectáculo estaba en la pista.
En 1965, ingresa como cantante de la Leo, Carlitos Rolán. Así empieza una nueva etapa.
En 1968, con 19 años de edad, se incorpora "el giovanismo Eduardo Gelfo" (así se lo presentaba en aquel tiempo) hijo de Miguel Gelfo y Leonor Marzano. A fines de los 60, la música de cuartetos está definitivamente instalada en el centro de la ciudad. Las barriadas populares la han adoptado como propia y la Leo es la principal protagonista de este crecimiento.Aunque esta historia se ve interrumpida en 1969 con la dictadura militar
En 1970, se retira del grupo, Leonor Marzano, pero continúa relacionada al grupo desde afuera del escenario. Hasta ese momento llevaban grabados 53 larga duración y habían obtenido 18 discos de oro.
En 1971, se retira Carlitos Rolán para formar su propio grupo, y es a partir de allí, que la Leo comienza a experimentar una leve caída como producto de su cambio de cantante.
Inmediatamente ingresa Lalo Rivera quien permanece en el grupo hasta 1984, y es reemplazado luego por Miguel Omar, quien también se retira en 1986.
En 1974, comienza la aparición televisiva del grupo en un programa de música de cuarteto de la provinica de Córdoba.
Ninguna música habló tanto de los cordobeses como el cuarteto, con su letras pobladas de negrazones, humor casero, trasnochados, flacas alegres y desgracias del cariño.
El ritmo del cuarteto que nació de la mano del Cuarteto Leo, que mantuvo su vigencia gracias a Carlitos “Mona” Jiménez y que se inmortalizó en la figura del “Potro” Rodrigo, ha llegado en la actualidad a traspasar las fronteras de la Argentina.
La música de cuarteto comienza asi, después de largos sesenta años, a posicionarse entre los grandes ritmos hispanoamericanos.

FUENTE: http://www.kuarteto.com y www.tunga-tunga.com.ar

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